la despoblación y la pérdida de
los servicios básicos

En Biel, municipio de las altas Cinco Villas con 70 habitantes, hasta hace poco sólo podías encontrar una tienda: una panadería que hacía lo que podía para facilitar algo más que pan a los vecinos, desabastecidos en su propio pueblo por la destrucción de negocios a la que empuja la despoblación. Para contar con servicios básicos como hacer la compra o ir a la peluquería, los habitantes de este pueblo tenían que desplazarse a otras localidades como Ejea de los Caballeros, a 52 kilómetros.

Tampoco el cercano El Frago, de 60 habitantes, contaba con ninguno de estos servicios básicos. «La peluquería la perdimos la friolera de hace 20 años» recuerda su alcalde José Ramón Reyes.

tienda multiservicio Arba

Fotografía propiedad de Colectivo Baladí

CREANDO FUTURO

De la mano de estos dos municipios ha surgido «Creando futuro«, un proyecto piloto de colaboración de multiservicios entre entidades locales, que durará 18 meses, a través del que se se han abierto dos tiendas «Arba», de alimentación e higiene, y se están facilitando servicios de peluquería, podología, ayuda psicológica y fisioterapia, todos estos según demanda de los vecinos. Las tiendas abren tres días a la semana y ofrecen productos de la comarca, dándole importancia a lo ecológico y a la alimentación a granel, así como incorporar productos a demanda de los vecinos.

Camilo Deza, alcalde de Biel, explica que el objetivo es crear una red de contactos locales a los que les pueda interesar subir a estas localidades en momentos puntuales a dar este tipo de servicios, y comprobar si pueden tener viabilidad económica en localidades tan pequeñas o dotarlas de fondos públicos si no la tienen.

Defiende a la vez que si más gente no vive en pueblos pequeños no es porque no quieran, es porque se les pone difícil. «Con facilidades se animaría a la población a moverse de una ciudad a una localidad pequeña. La vivienda es más barata, con el teletrabajo no hace falta estar yendo físicamente a una oficina todos los días y la calidad de vida es, a mi juicio, mejor» resalta Deza. Vivir en una ciudad no debería tener ventajas frente a un pueblo en cuanto a la disposición de servicios básicos.

tienda multiservicio arba el frago

Fotografía propiedad del Colectivo Baladí

EL COLECTIVO BALADÍ

Los servicios que se han devuelto a estas localidades desde principios de año los gestiona el Colectivo Baladí, formado por seis jóvenes procedentes de la ciudad y ahora asentados en El Frago. «La experiencia está siendo muy positiva y los vecinos están muy agradecidos de que se abran establecimientos comerciales y haya nuevas iniciativas en los pueblos. Ponen en valor el poder salir de casa y que a pocos metros puedan comprar aceite, conservas, leche…» señala Jaime Andrés, uno de los miembros.

Hay que tener en cuenta la realidad de estos pueblos, habitados por menos de 100 personas, y en los que el volumen de ventas es ajustado a las necesidades de sus pocos habitantes. Pese a ello, están contentos por el alcance de los objetivos en cuanto a cubrir las necesidades que demandaban los vecinos, gracias a lo que no sólo pueden adquirir lo que necesiten en las tiendas, si no ganar un espacio de socialización y un momento de compartir con otro vecino.

creando futuro tienda arba

Fotografía propiedad del Colectivo Baladí

POTENCIALIZANDO LA COMARCA

Como agente potencializador de la comarca, se intenta que los profesionales que acuden a estas poblaciones sean de la zona. Se están recuperando servicios que no pensaban que pudiesen volver a tener, así como ofreciendo cosas nuevas que mejoran la salud y devuelven la vida a los habitantes de dichas localidades.

En septiembre de 2023 acaban los 18 meses otorgados para el proyecto, será entonces cuando habrá que analizar los resultados y ver lo que ha funcionado y lo que no.