El "Erasmus Rural"

nuevos programas universitarios que atraen estudiantes al medio rural y luchan contra la despoblación

Numerosos estudiantes han pasado sus veranos realizando prácticas en diferentes pueblos del territorio aragonés. Un total de 6 programas distintos promueven esta conexión universidad-medio rural a través de la que se pretende luchar contra la despoblación acercando a jóvenes profesionales a los pueblos dándoles la oportunidad de plantearse esta forma de vida como una opción laboral real al sumergirse en estos entornos rurales durante 3 meses.

Estos programas pretenden romper los estereotipos sobre la falta de oportunidades en el medio rural y así combatir la despoblación y el envejecimiento de la población de muchos de los municipios aragoneses atrayendo a población joven en busca de un proyecto de vida y un futuro en ellos.

erasmus rural mundo rural

Tres estudiantes realizan prácticas de Arquitectura, Geología y Periodismo en Loarre.

Fotografía propiedad del Heraldo de Aragón

EL ERASMUS RURAL ARAGONÉS

«Erasmus Rural» fue el programa pionero, creado por la Diputación Provincial de Zaragoza, y, gracias al gran éxito que ha tenido desde el principio, numerosas instituciones de todo el territorio nacional lo han replicado, destaca Francisco Compés, diputado de la DPZ, como el Ministerio de Transición y Reto demográfico, que lo tomó como referencia para crear «Campus Rural» y aplicarlo al resto del país.

Tras el éxito de Erasmus Rural, en Aragón se crearon dos programas más para cada provincia: «Desafío«, dirigido a estudiantes de la Universidad de Zaragoza que no hayan finalizado la carrera y que no tengan relación con el mundo rural, y «Arraigo«, orientado a titulados de la universidad pública aragonesa que sí tengan vinculación de algún tipo con la localidad en la que realizarán las prácticas. Además, para facilitar la accesibilidad a esta experiencia, los participantes cuentan con remuneración y una bolsa de ayuda para el alojamiento, desplazamiento y manutención.

Elena Badía realiza prácticas de ingeniería agroalimentaria en Torres de Berellén.

Fotografía propiedad del Heraldo de Aragón

EL NACIMIENTO DE MULTITUD DE PROGRAMAS DE MOVILIDAD RURAL

Mientras que la primera edición contó con únicamente 13 estudiantes en prácticas, la de este año ha contado con más de 100. Los interesados pueden inscribirse a través de la web de Universa, servicio de la Universidad de Zaragoza.

A su vez, los municipios cuentan ahora con un programa de carácter internacional, «Unita Rural Mobility», al que están acogidas universidades europeas de Italia, Rumania, Portugal y Francia, y que permite el recibimiento de estudiantes internacionales en los pueblos aragoneses.

En todos los programas se pueden inscribir alumnos de cualquier titulación. «Queremos que todos los estudiantes se vean representados y mostrar que todo el mundo tiene hueco en el entorno rural» explica Nieves García, directora del Servicio de Orientación y Empleo de la Universidad de Zaragoza.

Paula Iruzubieta realiza prácticas de Historia del Arte en Gea de Albarracín.

Fotografía propiedad del Heraldo de Aragón

LA EXPERIENCIA PERSONAL

Este año numerosas localidades aragonesas han recibido nuevos vecinos durante el verano, como es el caso de Gea de Albarracín, en la que Paula Iruzubieta, estudiante de Historia del Arte, se ha encargado de catalogar el patrimonio de la zona. La joven defiende el valor de estos entornos y la importancia de trabajar en los pueblos y en su patrimonio ya que a veces no es conocido y, por tanto, no se protege y puede acabar olvidándose.

La experiencia es positiva para ambas partes, los estudiantes tienen la oportunidad de conocer las localidades, sus métodos de trabajo y sus formas de vida, así como aportar sus conocimientos y puntos de vista a su nuevo entorno, mientras que los municipios rurales tienen la posibilidad de dinamizar su tejido económico y social a través de el crecimiento de empresas de todo tipo.

García apunta que la valoración por parte de los alumnos es muy positiva, llegando muchos incluso a repetir, e invita a las empresas y asociaciones aragonesas a unirse a estas iniciativas, contando con subvenciones de carácter público, para luchar juntos contra la despoblación y dar a conocer el valor del mundo rural y la posibilidad de un futuro distinto a la población joven.